Este relato nos invita a reflexionar sobre los gritos de la vida y las oportunidades que pueden cambiarlo todo. ¿Qué nos diferencia de los demás si todos estamos buscando amor, aceptación, éxito, protección? ¿De verdad somos tan diferentes?
Nos adentramos en el diario de una abuelita para conocer cómo eran las cocinas hace tantos años que cuesta contarlos en la memoria, y descubrir las usanzas y trucos de aquel entonces para mantener todo sin usar aparatos ni refrigeradores.
Tal vez no haya momentos más extraños (e incómodos) que esas pláticas que sostenemos con personas que, si bien no son desconocidos, tampoco son amigos. Eso es lo que le sucede a nuestro protagonista en esta breve historia.
¿Cuál es el límite cuando nos emberrinchamos? ¿Hasta dónde podemos llegar en un arrebato de enojo? Es algo que el protagonista de esta historia tendrá que descubrir, como tantos más en las calles de nuestra capital (y del mundo entero).
Bernardo Esquinca nos atrapa con una historia llena de conjuros, amor y suspenso, recordándonos la importancia de tener cuidado con aquello que deseamos pues podría hacerse realidad de la manera que menos imaginamos.
Todos tenemos gustos y pasatiempos, pero a veces hay algo que nos mueve, que nos lleva a preguntar si alguien más disfrutará tanto como nosotros, si alguien más sentirá que esa experiencia se vuelve casi sagrada, mágica, única…
La abuela Lila nos comparte sus memorias sobre cómo fue crecer a principios de los años cuarenta, cuando la vida era más sencilla y, a la vez, curiosamente compleja en sus rituales, horarios y rutinas.
¿Puede un momento marcarnos de manera tan fuerte que deje su huella en nuestro cuerpo? Es lo que parece que ha sucedido con Don Lupe, cuyo rostro se transformó para no volver a cambiar jamás.
¿Qué sucede cuando empiezas a ver todo de forma distinta a los demás? ¿Cuándo notas cosas que tus amigos no alcanzan a ver? ¿Cuándo intuyes que algo está por pasar? En este relato de Ramaggio puede que nada sea lo que parece.
En un cuento con notas poéticas, nuestra chaparrita de oro de voz aguardentosa nos transporta a una historia de amor que ha dejado sus cicatrices, al tiempo que reflexiona sobre la belleza de estas marcas que a veces nos empeñamos tanto en esconder.
Este relato nos recuerda cómo los objetos más mundanos y cotidianos pueden volverse especiales tras ser tocados por una persona importante en nuestras vidas. Y cómo, ante la ausencia de esa persona, dichos objetos pueden empezar contener vida y emociones.
Con un gran sentido del humor y bastante ironía, este relato nos presenta las peripecias que sufre un simple maestro de gramática al enfrentarse con unos asaltantes.
Estas líneas nos llevan a descubrir la vida de cientos de personas que pelean por sus derechos. A modo de cuento, conocemos a un personaje que es capaz de perderlo todo, con tal de mantenerse de pie en la lucha.
Diego Gerard recorre las calles de la capital en un intento por descubrir el lado tropical de la misma, a pesar del viento frío de marzo, el tráfico, la contaminación y unas cuantas ocurrencias más…
En este relato con un toque de prosa poética que busca recuperar el ritmo acompasado de las olas del mar, nos encontramos con el viaje que debe hacer todo “marinero” para liberarse del pasado, sumergirse en las olas y llegar a una nueva vida.